en orden::::::::::::::

20/7/12

seis

La idea era armarlo rápidamente. Vos tirás de acá , yo de allá y se arma. Pero terminamos los dos sentados en el pasto haciendo pocitos con las estacas, sin decir nada. Lo miraba rápido y volvía a bajar la vista cuando él me miraba. “Apenas nos cruzamos hoy”. Creo que los dos lo sabíamos bien y por eso la idea de la carpa. Pero le faltaba una pieza, algo.

––Igual no se va a volar, no estamos en la montaña.

––Un tornado en el patio.

––Lo más peligroso es la caca ––me dijo, se acercó y me señaló la caca de la perra. Se puso en cuclillas y me dio un beso en la frente. ––¿querés, o no?

––Sí. Sí. Te quiero ––le dije y la boca me rozó el camino que va desde la frente, pasando por la nariz de tobogán hasta la boca. “Una rueda”

Para mí estábamos irremediablemente secos. Volvimos a estirar la carpa iglú entre los limoneros. Lo que estaba húmedo era el pasto. Se filtraba sucio entre los dedos de los pies.

––Soy una rana. ––le dije. Ahora los dos en cuclillas sujetando unos lazos.

––Un sapo. Así parecés un sapo.

––Si me fumo, exploto.

“BOoOOOom!!!”, dijo y me hizo un tacle. En el piso él arriba mío mordiéndome el cuello y gruñendo bloqueándome los brazos para meterme las manos en las axilas donde no aguanto las cosquillas, también tuve que morder mientras pensaba en la tierra la caca las estacas que podíamos clavarnos durante el revolcón, jamás su sabor. Pensaba, “sin gusto”.

––No te gusto. ––le dije. Y lo repetí porque se quedó en posición de lucha con una cara de sos chino básico, haciéndome mal con las rodillas y me agarró la loca, le dije otra vez no te gusto, no te gusto, no te gusto y tantas veces, no sé cuántas y me miraba nada más esperando que se pasara el ataque.

Sucedió con la primera lágrima.

Mientras salía pensé en la ridiculez de la necesidad. Esa de llegar hasta el lugar del llanto. Ponerme a llorar como quien se decide a comprar un paquete de papas fritas. Efectivamente me encantaba el gusto salado y sobre todo me pareció que podría haber abierto un paquete de papas porque él se puso ansioso, para que le convidara y se tiró encima a besarme. Aunque ahora podía sentirlo perfecto y también estaba excitada igual seguí sin poder sacar de ahí los pensamientos y ya tan juntos los dos me parecía que él podía estar escuchándolos, eso me hizo gracia y terminamos dándonos un beso con sonrisa en la boca. Se me ocurría que algo crujía y me acordé la propaganda: si hacen crac son bum. Después me regañé por no dejar de pensar. Como una carpa sin armar, toda hecha partes, la psiquis la imaginación el imaginario la pelvis y los cinco sentidos.

“Odio decir el corazón”. “El corazón-odio”.

Me giré encima de él y le dije te odio. Me sacó la lengua y me dijo transtornada, guacha patológica, vos patas para arriba, ponete así que te, un beso, loca de mierda bruja, quemada, quemada deberías, quedarte, y después también puta pero lo dijo despacio como siempre que decía puta, lo decía despacio “puta-perdón”, a ver quién es más gata flora. A ver la flor de la gata. A ver desflor. A desgata, ágata piedra, piedras te voy a tirar te rompo, todos los vidrios, te clavo te voy a clavar, ah flores después la humedad. Después la humedad por suerte, pasto jazmín pelvis verano.

Todavía era temprano y la vieja andaba en la casa. Despierta con las ventanas abiertas dando al jardín, yo le dije no me calienta para que sepa que me calentaba si nos veía pero él dijo así no, se paró y tiró de mí, me pasó las varillas me dijo dale vos tirás de allá y yo de acá y uno en cada esquina la enhebramos, después un techo y sin miedo al tornado dejamos las estacas en paz sobre la tierra. “Qué fácil organizarnos ante la urgencia”. Y después de coger nos sentamos en esa carpa fría a esperar la tormenta o algo divertido, recién con la mañana vino el calor.

“Somos novios

Y sentimos este mutuo amor profundo”

Sigo pensando en un pozo. “Un aljibe es más romántico. Un estanque. Sapo te tiro monedas."

"Mil puntos"

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