Pasé una noche de mierda. Me tranquiliza el ruido del ventilador. Un motorcito que gruñe, es como una voz masculina con notas cíclicas. “ññññ Ñ ññññ Ñ ññññ Ñ”. Si cambiara de ritmo me incomodaría.
Recuerdo esa vez que se murió el tío de una amiga. Ella y yo estábamos tomando la merienda en la cocina. La madre estaba hablando por teléfono, y le contaba a alguien que su hermana se había dado cuenta de que el marido estaba muerto porque había dormido como hacía tiempo que no dormía: en el silencio de la noche. Parece que el señor difunto en sus noches de vida “roncaba a lo pavote” (así dijo la madre de mi amiga). Cuando la tía se despertó “fresca como una lechuga” el de al lado había “partido hacia otro mundo”.
“Viuda y finado descansan en paz.” : Estas son las cosas que después de escribirlas me perturban a mí y no me dejan dormir. “Qué basura. Ñ ñññ N. Qué basura.”
El ritmo del verano.
2 comentarios:
ahora hay una jorgelina cronológica!
una jorgelina lógica!
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